La malaria, o paludismo, importada por los viajeros procedentes de zonas endémicas, produce en España de 400 a 600 casos anuales, según los datos compartidos hoy en la Jornada Actualizando el paludismo organizada por el Grupo de Estudio de Patologías Importadas (GEPI) de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), y la Fundación SEIMC-GESIDA, en colaboración con el laboratorio VISO Farmacéutica.
Los expertos participantes en la mesa recuerdan la importancia de la profilaxis a la hora de viajar a un país considerado endémico de malaria, la mayoría en África subsahariana. Como indica el doctor José Miguel Rubio, investigador del Centro Nacional de Microbiología del Instituto Carlos III, “en España la mayor parte de casos ocurre en pacientes conocidos como VFR, es decir, aquellos que regresan a sus países de origen y se infectan, además de en viajeros nacionales que visitan zonas endémicas y que no toman la profilaxis antimalárica”.
La malaria es una enfermedad febril aguda causada por la picadura de la hembra del mosquito Anopheles. Esta patología se cobró en 2015 un total de 438.000 fallecidos en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En España, su erradicación fue confirmada en 1964, sin embargo, es una de las enfermedades tropicales más diagnosticada en nuestro país. Un estudio español publicado en 2013 revela que la mortalidad en viajeros que adquieren la enfermedad oscila alrededor del 2-3%.
La presidenta del GEPI, Míriam J. Álvarez-Martínez, coordinadora de la mesa de investigadores señala que “los resultados de la OMS sobre el descenso de la incidencia de la malaria en un 21% y de la mortalidad en un 29% en los últimos cinco años son muy significativos”. Para la doctora Álvarez-Martínez, “la previsión de la reducción de la malaria en un 40% para el año 2020 es un buen propósito a corto plazo para continuar en esta línea de investigación”. La Estrategia Técnica Mundial contra la Malaria 2016-2030, aprobada en el 2015 por la Asamblea Mundial de la Salud, contempla el fin de esta epidemia en el año 2030.
Hacia la erradicación total de la malaria
Los especialistas participantes en la jornada aseguran que para erradicar esta epidemia son necesarias medidas de diagnóstico precoz, control y prevención. Así, el doctor José Miguel Rubio considera que “los casos de paludismo se han rebajado en los últimos años gracias, entre otros, al tratamiento preventivo en mujeres embarazadas, el uso de mosquiteras y los métodos de diagnóstico como los test rápidos y los tratamientos farmacológicos más efectivos”.
Este especialista desarrolla, en el Centro Nacional de Microbiología, un proyecto basado en nuevos métodos para el diagnóstico del paludismo mediante la amplificación genómica y el establecimiento de puntos de atención específicos fuera de los laboratorios. Otra de sus líneas de investigación abarca la transferencia de tecnología y el apoyo a laboratorios de zonas endémicas para una mejora del diagnóstico de la malaria en los lugares afectados.
A su juicio, “la combinación de vacunas con altas tasas de protección, las nuevas formas de control basadas en los mosquitos transgénicos y los sistemas de tratamiento actuales nos acercarán en un futuro hacia la erradicación mundial de la malaria”.